Respuesta :
Todas ellas eran preciosas, blancas y de ojos grandes. Se pasaban el dĂa brincando por todas partes y jugando unas con otras en el prado. Cierto dĂa de otoño, la mamá cabra le dijo a sus hijitas que tenĂa que ausentarse un rato para ir al bosque en busca de comida.