Respuesta :
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Arde en tus ojos un misterio, virgen
esquiva y compañera.
No sé si es odio o es amor la lumbre
inagotable de tu aliaba negra.
Conmigo irás mientras proyecte sombra
mi cuerpo y quede a mi sandalia arena.
-¿Eres la sed o el agua en mi camino?-
Dime, virgen esquiva y compañera.
Almas gemelas.
De la nada provengo, a la nada voy,
de paso ando en el camino de hoy
mas solo no me encuentro,
pero solo acabaré en este encuentro.
Destino le dicen, el que escrito está,
cruel y déspota, caprichoso a más no poder,
lo que le depara a él innegable es,
no me puedo imaginar lo que oculta el más allá.
La agonía de una esposa, el dolor de una amante
ebrio debo estar pues soy redundante
pero no es tiempo de lamentos
ya que a tu lado me encuentro
y este encuentro sigue deliberante.