Respuesta :
Completamos las oraciones con las palabras faltantes:
a. La concepción del espíritu en Hegel es lógica, es una dialéctica de la filosofía pura. Esto es lo que hace hoy cuestionable la filosofía de la historia de Hegel. El espíritu atraviesa una serie de estadios antes de llegar al saber absoluto. En el comienzo del filosofar está el ser. Aquí empieza la travesía.
b. Stein recuerda tres momentos anteriores de la historia de la filosofía: la lógica, que pone el ser como lo absoluto, como la única verdad, a diferencia de los sistemas orientales (budismo), que ponen la nada como principio; Heráclito, que contrapone a esta abstracción el concepto total del devenir; y el principio de la metafísica espiritual exnihilo nihil fit esta identidad —dice Hegel— es la esencia del panteísmo.
c. Cuando dos cosas son fuertes, es que se excluyen; pero se excluyen en una unidad, en un género. La contrariedad transcurre en una unidad, decía Hegel. Ese modo de excluirse que tienen el ser y la nada es el de conservarse en la unidad superior que es el poder, en donde existen excluyéndose.
d. La naturaleza está muy influido por el poder tradicional en el mundo, y determinado en un sentido espiritualista por sus convecciones religiosas, que trata de defender contra los ataques físicos, materialistas o ateos.
e. El dialecto, por tanto, no tiene realidad sustancial; es un resultado de la imaginación. Pero Hume olvida que soy yo quien tiene las percepciones, que posee quien me encuentro con ellas y, por tanto, soy distinto de ellas.
f. El argumento de Hume, que llega a sus últimas consecuencias, se convierte en relatividad. El conocimiento no puede alcanzar la verdad absoluta. No se pueden demostrar ni refutar las convicciones íntimas e inmediatas en que se mueve el hombre. La razón de esto es que —como ya apunta lejanamente el horizonte— el conocimiento no es aquí, conocimiento de cosas.
g. Vemos lo que ocurre al principio cuando no está detallado para asegurar la trascendencia, para salvar al mundo y hacer que las ideas sean ideas de las cosas y exista algo que merezca el nombre de razón. Siguiendo las huellas de Stein, Kant tendrá que enfrentarse de un modo radical con el problema, y su filosofía consistirá precisamente en una realidad de la razón pura.