Respuesta :
Respuesta:
La realidad es que el cerebro humano y un ordenador se parecen lo mismo que un huevo y una castaña. Mismo fundamento, distinta ejecución. Un ejemplo: esos 9.000 Terabytes no tienen nada que ver con la memoria no volátil de un disco duro rígido. Nuestra memoria no es volátil sino adaptativa