La saliva es considerada una fuente de proteínas con una importante actividad antibacteriana que gracias su acción lubricante y limpiadora es capaz de mantener nuestro pH a raya evitando que las bacterias se adhieran en nuestra boca y sean las causantes de las caries o la enfermedad periodontal en nuestras encías.
Además la saliva posee propiedades remineralizantes, aportando calcio y flúor a nuestros dientes, lo que ayuda a fortalecer y a cuidar el esmalte durante más tiempo.
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