Respuesta:
Creer que “ficción” equivale a “mentira” provoca un modo de leer que desvaloriza la literatura por cuanto supone que todo lo que ella diga está lejos de la verdad y la realidad y por lo tanto, es tomado con escepticismo y desconfianza, obstaculizando el “pacto ficcional” que el lector debe establecer con el texto.