DEL ELEFANTE Aproximadamente ochenta mil elefantes africanos son masacrados cada ano en busca de marfil. El gobierno de Kenia, en cuyo territorio habitan la mayor cantidad de elefantes, llegó el año pasado a la conclusión que es imposible controlar el tráfico de marfil, mientras no se desmantelen los circuitos mundiales de este mercado, Se calcula que la población africana de elefantes disminuyó de dos millones de parques africanos sigan siendo cercados y vigilados para proteger a los elefan- ejemplares a ochocientos mil en la década de los ochentas. Se espera que los tes de la caza indiscriminada, Por su parte, el Fondo Mundial para la Protección de la Naturaleza ha pedido la abolición total del comercio del marfil. Se calcula que de seguir la caza acelerada del elefante, de aquí al año 2030 se habrá extinguido totalmente, teniendo en cuenta que las que caen bajo las balas asesinas son las hembras, que se quedan allado de sus crlas. Además, los pequeños se dejan morir de inanición al lado del cadáver de sus madres. Algunos países como Francia han prohibido la importación de marfil para ayu- dar a la solución del grave problema. Varios países africanos (Kenia, Somalia, Chad, entre otros) han reivindicado los derechos a la protección del elefante Sin