2. Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No diripirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una descortesía hacia los demás, y además revela cierto egoismo. A. debemos complacer a todos B. es bueno hacer que los demás se sienta bien con nosotros C. conquistar a los que nos rodean es comportamiento aconsejable D. la meta el buen comportamiento es absorber a los otros