Respuesta:
Y por la mañana, cuando antes del almuerzo, estando yo sobre cubierta, le veía venir hacia mí, se me ocurría, ya que era el joven Teseo que acudía a pedirme el hilo, ya que era el joven Anacarsis que requería la antorcha para penetrar en las profundidades y descubrir los misterios.
Explicación: