Ante la pandemia del coronavirus, que ha tomado por sorpresa, debemos de preguntarnos sobre cómo están nuestras emociones. La frustración, la ansiedad, el miedo, la tristeza, la preocupación por posibles contagios en nuestra familia o amigos, estas emociones se experimentan en este contexto y lo importantes es saber manejarlas. Las emociones están presentes en todas las actividades que desempeñamos día a día. Estas influyen en la conducta y en la experiencia del ser humano. la iglesia en este sentido, nos exhorta a guardar nuestro corazón, es decir, protegerlo con la palabra de Dios y nuestra obediencia a ella ante estas diferentes emociones que produce esta crisis sanitaria nos preguntamos:

¿Son buenas o malas las emociones que vamos viviendo?

Estas emociones son buenas, mientras que las sepamos controlar. Como toso sabemos es propio del ser humano sentir emociones tanto como positivas como negativas y eso no nos hace mas malas o mas buenas personas. Lo mas importante no es sentir malas emociones sino como las vamos a controlar, por ejemplo podemos sentir mucha rabia y frustración por no poder entender un trabajo de la escuela pero tenemos que comprender que no es culpa de los demás y que no nos podemos desquitar con ellos.