Respuesta:
Un planeta muy contaminado sufría por la falta de animales y plantas. Pero un día, un niño que caminaba por dicho planeta vio una flor roja que, pese a la gran destrucción que había tenido lugar allí, se empeñaba en sobrevivir. La tomó en sus manos, subió a una nave espacial y la llevó a la Luna, donde la plantó y con el tiempo dio lugar a nuevas flores de su especie.