Respuesta:
Un curioso sistema de alianzas entre las potencias europeas fue lo que desencadenó que una guerra inicial entre el Imperio austro-húngaro y Serbia terminara siendo una conflagración mundial, la Gran Guerra.
El juego de alianzas se fue configurando los años previos a la Primera Guerra Mundial, enfrentando a las potencias que querÃan mantener el equilibrio de poder existente en Europa —Francia, Reino Unido o el Imperio ruso— y aquellas que querÃan alcanzar una posición equiparable al de las grandes potencias, algo de lo que carecÃan por ser Estados jóvenes —Alemania e Italia— o por haber entrado en decadencia debido al auge de los nacionalismos —Imperio austrohúngaro y el Imperio otomano—. Ninguna de ellas logró sus objetivos.
