Centenario de Tennessee Williams: El futuro se llama "tal ver
En el prólogo a supieca teatral Dulcepjare de juventud (1959), Thomas Lanier Williams, mundialmente
conocido como Tennessee Williams, escribe: "A los catorce años descubri la escritura como un escape
del mundo real, en el que me sentia temiblemente incómodo, preferia leer libros en la biblioteca
grande y clásica de mi abuelo a jugar a las bolitas, al béisbol y a otros juegos normales de chicos, como
resultado de una grave enfermedad infantil y de un excesivo apego a las mujeres de mi familia, quienes
habian logrado que volviera a tomarle el gusto a la vida". Ya antes de cumplir los 20 años, Williams era
un escritor "confirmado, como él mismo dice, por la fuerte vocación y el trabajo: poeta, narrador,
dramaturgo, y si bien toda
vida mantendria esa riqueza de géneros, el teatro será la producción a la
que dedicand mayores esfuerzos
Williams escribió unas 50 obras, de diversa extensión, y trabajó además sobre la obsesiva reescritura
de sus propias piezas. La absorción y transformación de sus textos en nuevos textos será una constante,
el mismo lo señala: "Mis obras de teatro largas surgen a partir de obras en un acto y relatos cortos
anteriores que pude haber escrito años antes, trabajo sobre ellas una y otra ver" [.].
El critico inglés Kenneth Tynan propone entender el arte de Tennessee por contraste con el del otro
gran "gigante" del teatro americano: Arthur Miller. "Las obras de Miller son duras, batistas, atéticas
preocupadas en su mayor parte por los hombres-dice Tynan- Las de Williams son suaves, matristas
enfermizas, preocupadas en su mayor parte por las mujeres". Sandra Messinger Cypess pone el acento
en lo que une a Miller y Tennessee: "Los dos comparten un sujeto comin: la exploración
personaje que vive en un estado de desesperación que anhela escaparse del mundo" [
Bumas Arm
2011