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El león y el mosquito luchador.
Un mosquito se acercó a un león y le dijo:
-No te temo; además, no eres más fuerte que yo. Si crees lo contrario,
demuéstramelo. ¿Qué arañas con tus garras y muerdes con tus dientes? ¡Eso
también lo hace una mujer defendiéndose de un ladrón! Yo soy más fuerte que
tú, y si quieres ahora mismo te desafío a combate.
Y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándolo
repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.
El león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al
combate. El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse
cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.
Al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba de que él, que luchaba
contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un
insignificante animal, la araña.

Elige la opción de respuesta que represente la paráfrasis del texto anterior.
A. La soberbia nunca ha sido buena consejera.
B. Tan importante es ganar como saber perder.
C. El valor no se mide por el tamaño del enemigo.
D. Ignorar las ventajas que se tienen puede ser fatal